Caso canino nº 10
Paciente. Cocker spaniel, 7 años, hembra, 15 kg.
Fecha de consulta. Marzo '04.
Antecedentes.
Desde hace más de 4 años (tiempo que lleva atendida por la veterinaria
que remite el caso) padece un proceso pruriginoso y escamoso, con
tendencia a ser graso.
El proceso está
parcialmente controlado mediante el uso de baños semanales con un
champú que contiene lauril éter sulfato sódico (0,5%), ictiol (0,5%),
ácido salicílico (0,5%), aloe vera (0,04%) y mentol (0,5%), la toma de
un suplemento oral de ácidos grasos esenciales y la adminitración oral
de prednisona (no se rasca a una dosis diaria de 1 mg/kg, reapareciendo
el prurito hacia los 10 días de pasar a una dosis a días alternos).
Desde hace 10 días se le ha suprimido todo tratamiento.
Cuadro clínico. Se
observa un proceso escamoso moderado a nivel dorsal, con presencia de
escamas grisáceas no adherentes. Puede observarse en las imágenes la
extensión del proceso a nivel ventral y las lesiones que presenta.
En este momento la seborrea es, principalmente, seca.
No existen signos sistémicos destacables.
Autoevaluación
- Describir las lesiones observadas en las imágenes.
A
nivel ventral se observa la afectación de la piel abdominal, inguinal,
axilar y cervical. La piel está ligeramente eritematosa, muestra
hiperqueratosis y escamas blanquecinas y amarillentas.
No se observan lesiones debidas al rascado.
- Considerando
que es un proceso seborreico, citar qué enfermedades pueden ser el
origen del problema, cuáles pueden ser más probables en este paciente,
y cómo se podría plantear el diagnóstico.
La
seborrea puede ser primaria o secundaria. En este último caso, existen
numerosas causas (ectoparásitos, dermatitis alérgicas, endocrinopatías,
trastornos nutricionales, etc.).
La evolución del proceso, más
de cuatro años, y su control con la terapia indicada más arriba,
permiten descartar ectoparasitosis, como la demodecia, sarna sarcóptica
o dermatitis por Cheyletiella ; además, las dos últimas también provocarían lesiones papulosas y pruriginosas en los dueños, lo que no se ha mencionado.
Parece poco probable la existencia de una dermatitis alérgica
subyacente, toda vez que el prurito no parece ser la causa de las
lesiones (en este momento, tras 10 días sin tratamiento, no presenta
lesiones secundarias al rascado). El prurito, por lo tanto, parece ser
secundario al proceso seborreico o sus complicaciones.
Cabe la posibilidad de que una endocrinopatía sea la causa de la
seborrea, aunque la inexistencia de otros signos sistémicos después de
más de 4 años de evolución prácticamente descarta un
hiperadrenocorticismo y procesos relacionados con las hormonas
sexuales.
- Citar las complicaciones que pueden existir en estos pacientes.
En muchos trastornos de la queratinización, principalmente con componente graso, aparecen dermatitis por Malassezia y otitis ceruminosa.
- Citar las pruebas complementarias a realizar en este caso.
Se debe hacer una citología para buscar la presencia de M. pachydermatis,
una otoscopia para ver si existe otitis ceruminosa, y una biopsia para
definir si existe hiperqueratosis a nivel epidérmico y folicular, y si
es orto o paraqueratósica. La biopsia también puede ofrecer información
sobre la causa subyacente, en el caso de que sea una seborrea
secundaria.
Según los resultados de la biopsia y el interés del propietario,
podrían hacerse otras pruebas complementarias, como la valoración
hormonas tiroideas, serología de leishmaniosis (que resultó negativa),
el establecimiento de una dieta de eliminación, etc.
En la biopsia se observa una intensa dermatitis aguda
(en dermis superficial y media hay densos infiltrados inflamatorios
mixtos, con polimorfonucleares, macrófagos, linfocitos y células
plasmáticas) con rasgos de dermatitis seborreica (áreas de hiperqueratosis en epidermis), con presencia de levaduras y densos cúmulos bacterianos. No se observan lesiones hiperqueratósicas en los infundíbulos pilosos.
La presencia de bacterias y levaduras dificulta la interpretación de la
biopsia, por lo que se recomienda realizar una nueva biopsia tras
tratar estas complicaciones.
- Sugerir el tratamiento, considerando que es un proceso seborreico primario.
Tratar M. pachydermatis:
se recomienda ketoconazol v.o., útil tanto para piel como para el
conducto auditivo; también se pueden usar baños con clorhexidina al
2-4% o enilconazol al 0,2%.
Baños antiseborreicos: en la
situación actual podría ir bien un champú que contenga ácido
salicílico, azufre e hidratantes; si retorna el componente graso, sería
recomendable usar desengrasantes cuando fuera necesario.
Manejar la otitis con ceruminolíticos, con o sin antifúngicos, según la evolución.
Si no se controlara adecuadamente, podría administrarse acitretina
v.o., aunque la intensidad del proceso y los efectos secundarios de la
medicación desaconsejan su uso en este caso.
En
este paciente, en espera de los resultados de la biopsia, se recomendó
administrar baños, inicialmente dos veces la semana, primero con un
champú con clorhexidina al 3% y, tras aclararlo, con un champú
antiseborreico como el indicado más arriba; la terapia se complementó
con un otológico con ceruminolíticos y antifúngicos.
- Evolución.
Tras
dos meses, la propietaria estaba satisfecha con la mejoría obtenida con
el tratamiento a base de champús, no deseando realizar ninguna otra
prueba complementaria. Con posterioridad, se valoró la T4 sérica,
estando dentro de los valores de referencia para perros.