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Dermatopatías: animales de compañía
Complejo
eosinofílico
Los patrones de reacción cutánea no
son en ningún caso un diagnóstico final, sino una forma
de reacción y, por lo tanto, de manifestación de la piel
a los distintos agentes etiológicos que la agreden.
El complejo eosinofílico comprende tres
tipos
de lesiones diferenciadas, que pueden aparecer tanto en piel como en la
mucosa bucal:
- La úlcera
eosinofílica es
una lesión normalmente solitaria, brillante, eritematosa, con
necrosis superficial y bien delimitada, generalmente no pruriginosa ni
dolorosa (úlcera indolente).
Se localiza principalmente en el labio superior, aunque también
se puede encontrar en piel y otras zonas de la mucosa bucal.
Aparece principalmente en procesos alérgicos, debiendo diferenciarse de
otras úlceras menos frecuentes de origen microbiano, neoplásico,
traumático,
etc.
- La placa eosinofílica
es
una lesión alopécica delimitada de 0,5 a 7 cm, que hace
relieve, muy pruriginosa y de color rojo intenso, frecuentemente
ulcerada por lamido continuo, y exudativa.
Se localiza en piel y mucosa bucal, aunque principalmente en cuello,
abdomen ventral, y zona medial de los muslos.
Se encuentra principalmente en procesos alérgicos, aunque
también en microbianos y neoplásicos.
- El granuloma
eosinofílico o
granuloma colagenolítico, es una lesión firme,
circunscrita (5-10 x 0,2-0,4 cm) y alopécica, que hace relieve,
de color amarillo a rosa; normalmente no es pruriginoso, y muchos
regresan espontáneamente en 3-5 meses.
Se localiza en cara, muslos y boca (ver foto de úlcera
eosinofílica), siendo más frecuente en la zona caudal
de los miembros traseros de gatos jóvenes, menores de 1
año, mostrando una trayectoria descendente (granuloma lineal
eosinofílico).
Aparece principalmente en procesos alérgicos, aunque
también en microbianos y neoplásicos.
En la citología de estas lesiones
suelen
aparecer numerosos eosinófilos, y un menor número de
neutrófilos y macrófagos.