Dermatitis acral por lamido
Etiopatogenia. Dermatitis del perro con numerosas causas, tanto de carácter psicógeno (aburrimiento, estrés o ansiedad), como no psicógenas (pioderma, infecciones fúngicas, demodicosis, dermatitis atópica, reacción adversa a los alimentos, hipotiroidismo, cuerpos extraños, traumatismos, dolor óseo o articular y neuropatías periféricas).
Cuadro clínico. El perro se lame o mordisquea de forma insistente la piel de una zona concreta hasta autolesionarse. Las lesiones se inician con alopecia y continúan con la formación de una placa o nódulo eritematoso, que progresivamente se erosiona y ulcera. Con el tiempo la piel muestra cambios crónicos, como hiperpigmentación, y son frecuentes las infecciones secundarias (forunculosis acral por lamido).
La distribución es típica pues afecta siempre a zonas distales (acras) de las extremidades. El área afectada con mayor frecuencia es la superficie craneal del carpo y, menos frecuentemente, del metacarpo, tarso y metatarso . En la mayoría de los casos existe una única lesión, aunque es posible que aparezcan varias en diferentes extremidades.
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Diagnóstico. El diagnóstico clínico del granuloma de lamido se hace en base al tipo de animal, la anamnesis, la distribución y el aspecto de las lesiones. El diagnóstico de la causa primaria puede ser más complicado.
Tratamiento
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